domingo, 12 de octubre de 2008

Capítulo 1.

Nueva York (1982).

Todo comenzó un miércoles cualquiera en que Jack, un niño de diez años volvía corriendo del colegio impaciente para contarle a su madre lo que le había dicho el profesor. Nada más abrir la puerta fue corriendo a su madre y le dijo con un tono de
felicidad:
-Mamá, mamá el profesor nos ha dicho que este viernes nos vamos de acampada al
bosque.
-¿Cuántos días? -dijo ella un poco preocupada- ¿Cuántos monitores irán?
Jack, embobado por aquella excelente noticia contestó:
-Estaremos tres días y dos noches y con nosotros vendrán dos monitores. Un chico y una chica.
En ese mismo instante entró su padre que regresaba del su trabajo en una oficina del ayuntamiento, y Jack corrió hacia él y le contó aquella maravillosa noticia. Su padre
muy feliz de ver que su hijo estaba tan contento le dijo:
-Ya que quieres ir, pues tendrás que hacer las maletas.
Su esposa cogiéndole del brazo le susurró al oído:
-¿Tu crees que es buena idea que se vaya de acampada?, lo digo por si le pasara
algo.
-No te preocupes se las apañará bien sin nosotros y, a demás, irá con dos monitores.
Así que no te preocupes por él.
Ella asentando la cabeza respondió:
-Es cierto no tenemos porque preocuparnos tanto por el; y estará en buena compañía.
-Lo ves, no tenemos porque preocuparnos.
En ese mismo instante Jack, mirándoles fijamente a los ojos les dijo con una voz muy esperanzadora:
-Entonces... ¿puedo ir por favor?
-De acuerdo, pero prométeme que te portaras bien.
-Sí. Gracias mamá.
Y así es como empieza esta historia. Bueno... no tengo porque cortaros el rollo, así que
continuemos.
Era el día de la excursión partieron de casa a las ocho de la tarde. Todo estaba preparado y empezó día con sus amigos. El viaje duró media hora y cuando llegaron era ya de noche . Jack cogió su maleta y salió del autobús con sus amigos.
Aquel tenebroso lugar estaba cubierto por una extensa niebla que cubría todo el
campamento.
Al salir, Jack, noto una pequeña ráfaga de viento helada que le provocó un pequeño escalofrío en todo el cuerpo.
Aquel lugar tan tenebroso no era igual a lo que Jack se imaginaba, pero tampoco estaba mal.
Era la hora de cenar y Jack notó que alguien le estaba observando, entonces se giró y vio
la sombra de una extraña silueta que al verle se escondió.
-Deben ser imaginaciones mías- pensó el y siguió cenando con sus amigos.

2 comentarios:

Unknown dijo...

pa empezar esta bien pero espero k se ponga mas emocionante

marisol dijo...

Holaa!!Soy Marisol ni sikiera sé como e llegado a tu blog pero esta bastante bien.Continualo pronto.

Adeuuu